Los obstáculos de la creatividad (II)

 

Siempre llevamos con nosotros las mejores intenciones cuando nos disponemos a intentar ser creativos, innovar, resolver alguna situación problemática. Incluso, en muchos casos llevamos en la recámara varias técnicas de creatividad que nos van a ayudar en el proceso. Pero lo que a menudo no sabemos, lo que a menudo ignoramos o no somos conscientes de ello, es que junto con las mejores intenciones y las técnicas de creatividad, también podemos estar llevando algunos de los inhibidores habituales de creatividad. ¿Qué son los inhibidores de creatividad? Son obstáculos que nosotros mismos nos proveemos y que, sobre todo si no somos conscientes de ello, nos van a impedir ser realmente creativos, realmente innovadores.

Esta serie de artículos que (que ya inauguramos hace unos días) tratarán, justamente, de permitirle descubrir esos obstáculos para poder superarlos y evitar que inhiban su potencial creativo.

Para descubrir el segundo de los obstáculos habituales le propongo que intente hacer este juego a alguien cercano, mejor incluso si es un grupo de personas, y observe su comportamiento. Aquí vienen las instrucciones de este sencillo juego.

1- Escriba en un papel que todos los participantes puedan ver (o en una pizarra) la siguiente combinación de tres números: 2, 4 y 8.

2- Dígales a sus participantes que detrás de esta progresión numérica se esconde una regla que es la que produce esta misma progresión, y que su tarea consiste en adivinarla. ¿Cuál es la regla detrás de esa progresión 2 -4 – 8? La regla es simple: tres números que son siempre mayores que el anterior, así de simple. 4 es mayor que 2, y 8 es mayor que 4. Esa es la regla que tienen que adivinar.

3- Dígales también, que para adivinarla van a poder decirle combinaciones de tres números y que usted les irá diciendo en cada caso si cumplen o no con esa regla que están intentando adivinar. Lo que va usted a poder observar es que, al principio del juego, cada persona que le pida una combinación para comprobar será algo parecido a 4 -8 -16, o a 3 – 6 – 12. ¿Por qué? Porque verá usted en acción un clásico obstáculo inhibidor de la creatividad llamado “sesgo mental”. En cuanto usted les muestre la combinación original, los participantes van a creer que ya saben la respuesta. Les va a parecer muy obvio que la regla que usted quiere que adivinen es que cada número de la progresión multiplica al anterior por dos. Y se van a quedar tan convencidos de ello que no van a darle más que combinaciones de otros tres números que cumplan con esa condición, con esa regla, como para certificar que están en lo cierto.

Con ello, lo que estarán olvidando es que detrás de una combinación como esa se pueden esconder otras reglas de progresión diferentes, como la que en realidad queremos que adivinen. Pero estarán tan obcecados con su aparente victoria que no van a querer otra cosa que usted les confirme lo que ellos creen que ya saben. Como que ya han hecho juegos parecidos en el pasado y siempre suele haber una regla matemática detrás, aplican el mismo criterio aquí para resolver algo que, en realidad, es mucho más fácil que todo eso. No se darán cuenta hasta dentro de un buen rato, hasta después de haberle dado múltiples combinaciones con la multiplicación por dos como regla, que se darán cuenta de que hasta que no prueben otras opciones no van a conseguir encontrar la verdadera.

Ese sesgo mental es uno de los obstáculos más poderosos que pueden inhibir nuestra creatividad. Esa especie de inmovilismo mental nos puede limitar a utilizar, una y otra vez, los mismos métodos, las mismas ideas, simplemente porque una vez nos funcionaron (aunque fuera en un contexto diferente, en un tiempo diferente). En procesos creativos es fundamental que seamos capaces de romper ese sesgo y abrir nuestra mente al máximo para poder atacar los enigmas problemáticos, las situaciones de partida con mayores garantías, con mayores posibilidades, con un abanico de opciones suficientemente amplio como para garantizar que no vamos a dejar de lado la mejor de las opciones.

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